domingo, 26 de julio de 2009

Luz y sombra


Leo un texto que me dice que soy luz pero que corro el riesgo de que otros están deseando apagarme porque brillo demasiado. Me lleva a preguntarme si es debido a esta enseñanza debilitadora que tantos y tantas de nosotras tememos brillar y expresar nuestro poder, mostrar cuan extraordinarios seres humanos somos? 

Me pregunto: ¿cuándo internalizamos las formas de ser y de comportarnos que estan asociados con luz y con oscuridad y porqué las perpetuamos? ¿Cómo aprendemos a evaluamos y a valorar nuestros actos de acorde a una curva de valores que internalizamos según nuestra familia, cultura y sistema de valores? ¿Qué es lo que necesitamos en realidad para caer en cuenta que somos Todo y Uno; luz y sombra, bien y mal, positivo y negativo? Que esta primera y fundamental escisión dentro de nosotros y nosotras mismas nos lleva directo al infierno de la comparación, de la duda, de la negación de lo que somos, del culpar a otros por nuestra desdicha, de sentir vergüenza por ser quienes somos, de temer que otros puedan hacernos el mal? 

Les comparto unos párrafos que le escribí a un hombre querido que tuvo la malaventurada idea de mandarme uno de esos forwards que me incendian. El cuento es de una luciérnaga y de una serpiente, la luminosa siendo la luciérnaga, la oscura y mala claro la serpiente.

"Desde mi visión la luz y la oscuridad de todo lo que es y existe son partes esenciales y complementarias de la vibración misma de la existencia. Las semanas que han pasado me han mostrado con indudable claridad y certeza que yo soy el producto, la víctima, guardiana y esclava de mi propia oscuridad. Mi forma de relacionarme con ella es lo que crea la oscuridad en mi vida, nadie tiene el poder de quitarme, apagar, ocultar o transformar mi luz, ni mi oscuridad. 

Sí reconozco que cuando tengo envidia, celos, inseguridad, desconfianza hacia otra persona activo mi parte oscura y resiento la belleza, la felicidad, el logro, el bien estar, la realización, el amor, la armonía de alguien que tiene algo que yo no siento poseer, quizás ni poder lograr. También puedo sentir odio, venganza, resentimiento, y la necesidad de culpar a otros por mi desdicha. Si puedo reconocer esto en mi, entonces existe en otros, sin embargo mi sombra solo me quita, opaca y mata mi propia luz, no la del otro. 

Porqué mi necesidad de escribirte eso? Porque desde dónde lo vivo yo, el enemigo no está afuera, está adentro; porque lo de afuera solo incide en mi cuando yo poseo esa misma creencia, cuando yo soy víctima de mi propio pesar, dudar, resentir y oscuro vivir. 

Me rehuso a creerme víctima potencial de fuerzas oscuras, envidiosas y mal deseosas. Prefiero creerme creadora de mi propio destino, prefiero entrar en mis infiernos, quemarme en mis estacas de creencias negativas, nadar en los pegajosos pantanos de mi fatalismo, pesimismo, victimismo, con los ojos, los oídos y los demás sentidos abiertos y despiertos. Quiero confrontar mis dragones endemoniados con la espada de mi valentía y verdad. No quiero ocultarme detrás de creencias en las que otros sean responsables de mi miseria. Solo yo puedo entregar mi poder a la oscuridad, negándola, reprimiendola, suprimiéndola, eso es lo que dá entrada a sentirme víctima de ella.  
La oscuridad, mi oscuridad es rica, valiosa, matizada porque conlleva mis rastros de vida presente, pasadas y futuras. 

Querido Amado tuve la oportunidad de compartir espacios luminosos y oscuros contigo, vi tu luz y tu sombra, espero haberte hecho el mismo regalo. Una de las partes de las cuales más me enamoré es de tu sombra, vi mucho de ti porque me reflejó mucho de mi y eso lo amé y valoré todo, mucho.

Mi deseo es que tu oscuridad pueda volverse tan tangible y enriquecedora para ti, como lo ha sido para mi. Contigo vi mi sombra como nunca lo había hecho antes, nunca con esta claridad. Vi mi relación con las adicciones, la co-dependencia, la negación, la falta de cuidado hacia mi misma, la comparación, la discriminación, la sensación de auto traición y desvalorización. Volví a sentir lo que tenía que sentir para ser arrastrada por incontables oleajes de recuerdos y emoción, mareas de dolor, vergüenza, desvalorización, inseguridad, ansiedad, enojo, duda, culpa que yo había logrado negar hasta este momento.

Esta acumulación de años de solo querer ser buena, de pensar positivamente y convertir todo en una experiencia de "aprendizaje valioso", el reconocer el estado de ser y de conexión espiritual que pensaba tener no era más que construcción mental y no estaba ni siquiera consciente de ello, de mirar la oscuridad solo de lejos y con arrogante condescendencia - terror en realidad - negando mi maldad, finalmente todo cayó el piso, fue una construcción necesaria en su momento, pero falsa. Tantos años de reprimir mi oscuridad, mi dureza, años de despiadada lucha en contra de mi misma y aquellos innumerables "defectos de carácter".

Ahora me encuentro sin máscara, viendo los fragmentos de mi vida, de mi ser, de mis recuerdos, de mis aprendizajes, de lo que fue y lo que no es más. No tengo en este momento muchos pensamientos con respecto a quien soy, lo que soy y hacia donde voy ... suspiro ... qué alivio! 
No me importa en realidad, estoy renaciendo en mi sombra y mi luz, quiero ambas, sin prisa, sin imagen precisa de mi sueño o visión. 
Y eso es mio, no temo por primera vez, no temo que me arrebaten lo que soy. 

Estoy muy muy agradecida contigo, por lo que vivimos juntos, por toda la luz y toda la oscuridad. Toda. 
Siempre serás un habitante de luz y sombra en mi corazón. "

Con amor, dulzura y verdad. 

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